La historia de Lance Armstrong bien podría resumirse con este aforismo del filósofo y pensador Alemán Friederich Nietzs

che. Aunque pueda parecer algo macabra, en el caso de este ciclista norteamericano de treintaimuchos años, la cita parece haber sido pensada en base a el. Técnicamente hay dos Lance Armstrong. El primero, un joven y osado deportista Texano, especialista en carreras de un día con un esperanzador futuro por delante, y un segundo, mas maduro, experto, valiente y confiado, capaz de hacer temblar a todo un pelotón de ciclistas con solo escuchar su nombre, un Iron-Man, el hombre-Tour. Entre ambos, una lucha terrible contra el cáncer que le tiene contra las cuerdas durante dos años, estando a punto de quitarle la vida. Finalmente la historia tuvo un final feliz. Mas feliz incluso de lo que el propio Lance pudiera haber imaginado. La historia de este hombre supera e

n heroísmo a la de cualquier otro atleta del que yo tenga conocimiento, y es todo un ejemplo de superación, amor a la vida y desear con todas tus fuerzas volver a realizar lo que mas amas en este mundo, en este caso el ciclismo, y ver cumplidos tus sueños. Porque la historia de Lance Armstrong es al fin y al cabo, una historia de amor y pasión. Amor por el mismo, y pasión por lo que mas le gustaba ¿ quién de los que normalmente siguen al Texano en sus periplos ciclistas no ven en el la figura del perfecto narcisista?¿Quien no es capaz de ver cuando admiramos su silueta recortada en el horizonte encima de su Trek, a un hombre orgulloso de el mismo y ambicioso, en un ejercicio de perfecta pasión por el ciclismo? desde Eddie Merckx, apodado ‘el caníbal’ por los aficionados, por su exagerada tendencia a querer ganarlo todo, no había vuelto a existir un ciclista tan hambriento de triunfos y tan seguro de si mismo. Hasta la explosión de Lance…Definitivamente el ejemplo perfecto de ciclista total. Excelente contrarrelojista, implacable en la montaña, dueño del pelotón en las etapas llanas, meticuloso estratega, orgulloso, incombustible,

inteligente, soberbio…Se me acaban los apelativos para definir con palabras el espectro de Lance encima de una bici. Esa bici a la que estuvo a punto de no volver a subir jamás. El hombre-Tour se mantuvo firme, y de su lucha contra el cáncer aprendió que nunca hay que rendirse, nunca claudicar, que todo sufrimiento lleva a algún lugar mejor, y que cuando estas a punto de perder la vida y eres capaz de conservarla mediante la perseverancia, ganar un Tour de Francia es posible, no solo uno, sino siete. Siete consecutivos. El cáncer hizo del Norteamericano una maquina de dar pedales, lo convirtió en un ser todopoderoso que no tenia rivales sobre el sillín.
Si. Ya se que en los ambientes ciclistas de toda España el tema es prácticamente ‘tabú’, y que mencionar al Texano es poco menos que una arenga para que los mas aguerridos griten un ‘! Ruge Contador!’.Todos recordaremos como en el Tour’09,el de su regreso a la alta competición después de cuatro años retirado, hubo en el seno del Astana algunos ‘enfrentamientos’ verbales entre nuestro Alberto Contador y el todopoderoso Yankee por ver quien de los dos se hacia con el liderato del equipo. Finalmente la carretera, como suele ser habitual en una gran vuelta por etapas, puso a cada uno en su sitio, no sin polémica por unas supuestas estratagemas utilizadas por Lance Armstrong supuestamente en su beneficio. Para mi realmente quien tuvo la culpa de todo el embrollo fue el impresentable del director del Astana, Johan Bruynel, pero de esa historia hablaremos luego y la analizare mejor. Sin minusvalorar a Alberto(con una his

toria similar a la de Lance de la que hablare otro día),al que considero el ciclista con mas futuro del mundo, con un presente espectacular, capaz de mejorar a Lance si se lo propone ¿que queréis que os diga?. Le admiro. Para mi, y para muchos, Armstrong, es el mejor deportista de todos los tiempos, y dejando a un lado todo el circo mediático que se forma a su alrededor cada vez que decide sentar su culo en el sillín, ante todo, es un competidor nato. Posiblemente el mejor de los últimos tiempos en activo. Su carácter, ganador por naturaleza, su sed de triunfos, su forma de pedalear, tan voraz como instintiva y al mismo tiempo estudiada, y su espíritu de superación, ejemplo para todo el mundo del deporte, mas allá de la alta competición, hacen de el una persona ‘distinta’.Un deportista diferente, especial. Una especie de genio de las dos ruedas, tocado con la varita mágica de las epopeyas más grandes, como si su historia la hubiera escrito el mismísimo Homero, en pos de su Itaca, tan lejana, como deseada…
Al igual que Ulises, Lance tuvo que enfrentarse a un sinfín de obstáculos en el camino hasta llegar a su ansiado hogar, su sueño de ganar un Tour. Cuando en Octubre de 1996 se le diagnostico un cáncer testicular, con metástasis pulmonares y cerebrales, el estadounidense recibió un duro mazazo. A sus 25 años tenia que abandonar lo que más amaba en el mundo. El ciclismo. Lance tuvo que someterse a intervenciones quirúrgicas como la extirpación de un testículo y las metástasis cerebrales, además de recibir numerosas sesiones de quimioterapia. Esto le impidió incluso andar con normalidad, y su medico le dijo que tenia menos del 40% de posibilidades de sobrevivir a la enfermedad. El golpe de moral fue durisimo. El joven Texano veía como su sueño de triunfar en el ciclismo se esfumaba. Ahora su único interés era el seguir con vida.
Lance-Edward Gunderson Armstrong, nació en la localidad Texana de Austin, el 18 de Septiembre de 1971.Sus primeros años como deportista fueron en la disciplina de natación, pero tras ver un anuncio para un triatlón decidió participar, y fue allí, al ganar con facilidad a jóvenes de su misma

edad, donde se dio cuenta de sus cualidades a lomos de una bicicleta, deporte que nunca había practicado seriamente. A los 18 años ya era triatleta profesional, y entonces ya era consciente de que donde marcaba realmente las diferencias era en la modalidad de ciclismo. En 1991 disputo el campeonato del mundo de ciclismo en ruta para aficionados ganándolo con solvencia. Este logro le permitió disputar los Juegos Olímpicos de Barcelona 92,en la misma modalidad, quedando aquí como 14º clasificado. Es en este momento cuando se le ofrece un contrato para pasar a formar parte del equipo ciclista Motorola, como profesional.

Como podéis ver, Lance Armstrong, ya demostraba desde muy joven sus cualidades innatas para el deporte de elite. Lo que refuerza aun mas mi teoría de que cualquier persona puede llegar a la profesionalidad en una modalidad deportiva si se lo propone, lucha concienzudamente, se sacrifica hasta la extenuación, entrena con un seguimiento medico etc. Pero lo que hace que, de entre todos aquellos que llegan a ver cumplido su sueño de ‘ganarse’ la vida haciendo lo que les gusta, destaquen unos pocos, son esas cualidades innatas, ese ‘algo mas’,esa aureola que tan solo unos privilegiados tienen, y que en el caso de Armstrong ya se le intuía desde muy joven al destacar en todas las competiciones en las que participaba, por encima de los demás. Así ocurrió con Pele, Maradona, Zidane, Schumacher, Michael Jordan, Carl Lewis…Llegados a un punto, como fueron las Olimpiadas del 92, habia que seguir ‘puliendo’ el diamante en bruto que aun era el joven Armstrong.
El salto al ciclismo de elite hizo que su entrenador personal y director de equipo fueran realmente conscientes del enorme potencial que a

tesoraba este muchacho incansable, que parecía mejorar tan solo con el paso de los días. A pesar de su juventud, Lance empezó a demostrar su poderío a base de ganar carreras. Se convirtió en un perfecto clasicomano. Clásica de San Sebastián, Lieja-Bastogne-Lieja, trofeo Laigueglia, incluso gano el campeonato del mundo de ciclismo en ruta por delante de los favoritos(nuestro Miguel Indurain llego en segunda posición).Aparte de estas pruebas gano numerosas etapas en las distintas Vueltas por etapas que se disputaban por Europa.

En 1995,en el Tour de Francia, todos recordaremos siempre la imagen de Armstrong, llegando a meta, en Limoges, señalando al cielo, dedicando la victoria a su compañero de equipo muerto en ese mismo Tour, Fabio Casartelli. El futuro de Lance Armstrong era de lo más prometedor. Hasta que llego el fatídico año 1996…
El rendimiento del Texano bajo enormemente. Paso de ser la joven promesa mas firme y seria del ciclismo mundial a ser un ciclista del montón. Poco a poco fue decreciendo, hasta que un dolor testicular lo llevo a visitar al urólogo. Una vez le fue diagnosticado el cáncer, con la ayuda de su director de equipo, familia, amigos, y compañeros de profesión, y tras una rueda de prensa en la que anunciaba su retirada del ciclismo y del deporte en general, Lance Armstrong se recluía en una clínica para ser intervenido quirúrgicamente y tratado vía quimioterapia. Fueron los meses mas duros de su existencia. La incertidumbre de saber si seguiría con vida, la agresividad del tratamiento…Moralmente estaba hundido. Reflexionando consigo mismo, el atleta norteamericano, llegó a la conclusión de que tenía que salvarse el mismo. Si su autoconfianza lo traicionaba y el mismo no creía en su salvación y pronta recuperación, el proceso seria aun mas duro. Sin saber realmente que pasaría, Armstrong pasó muchas horas pensando, analizando cada momento de su vida. El ‘por que’ de su existencia, sus motivos

para seguir viviendo y luchando fueron altamente debatidos por el y sus personas de confianza. No había que rendirse. Su ‘puerto de montaña’ mas duro había llegado y no había excusas para no afrontarlo. Estos momentos tan difíciles en la vida de una persona no se ‘entrenan’.Nadie te enseña a superar algo así, y cuando llegan somos como niños indefensos ante la oscuridad de la tristeza, la desidia…!Fue en ese mismo instante cuando empezó a forjarse la leyenda del invencible Lance Armstrong!¿Por que cuando mas difícil era una subida del Tour, o mas rápido rodaban los favoritos, siempre llegaba Lance con una nueva exhibición de fuerza y poderío para dejarnos a todos con la boca abierta?...Pasaron los meses y demostrando una actitud digna de alabanza capaz de conmover al mas hierático de los seres humanos, el futuro hombre Tour, empezó a dar signos de bonanza y recuperación, y no solo eso. Milagrosamente y contra todo pronostico el incombustible Texano volvía a subirse a una bici de carreras, y volvía a entrenar. Increíble pero cierto. Como resucitado Lance había superado su prueba mas dura. Años después, siendo ya el ciclista más importante de la historia, reconocería que la fuerza, la capacidad de sacrificio y el valor que le habían proporcionado su lucha contra el cáncer habrían sido su mayor motivación y energía en la consecución de sus grandes éxitos .
El resto ya forma parte de la historia más reciente, y a la vez más legendaria, del ciclismo mundial. A su regreso, y despué

s de empezar a competir de nuevo, en unos titubeantes inicios, ya en 1998,Armstrong se replantea la retirada. Tras dos años sin apenas entrenar, y ahora volver al nivel de la elite, se encontró con toda la crudeza de este deporte. Que es muy bonito, pero al mismo tiempo muy duro. Quizás el mas duro de todas las disciplinas deportivas. Sus sensaciones no fueron nada buenas en su retorno a la alta competición. Así que casi decidido a guardar la bicicleta para siempre entra en acción quien, hasta día de hoy, ha sido y será su único entrenador y director deportivo. Johan Bruynel. Este ex-ciclista, tras largas horas de conversación con su nuevo pupilo, es quien le convence de que después de todo lo que había luchado para volver a la cabeza del pelotón mundial, no podía abandonar tan fácilmente. Las palabras de Bruynel fueron agua bendita, pues en poco tiempo Lance Armstrong estaba corriendo la Vuelta a España. Y la acabo en la 4º posición. Parecia que el norteamericano volvía a encontrar la ‘cadencia’adecuada. Ahora solo había que seguir entrenando y mejorando.
De cara a 1999,Johan Bruynel convence a Armstrong de que podía entrar en la pelea por llegar a lo más alto del podium mundial. Ganar el Tour de Francia, la vuelta por etapas más dura y exigente del mundo no esta al alcance de cualquiera. Pero el obstinado director de equipo de Lance estaba convencido de que se podía entrar en la lucha, y de que, de no ganarlo, siempre quedaría la ilusión de poder haberle hablado de tu a tu a los mas grandes del pelotón internacional. El Tour pasaba entonces por un vacío de poder. Después de la hegemonía de nuestro Miquelón ‘cinco Tours’,nadie parecía tomar el relevo generacional, y durante tres años la ronda gala sufrió continuos cambios de liderato. Tan solo el Gigante Alemán, Jan Ulrich, joven y de una fuerza inusual sobre la bici, parecía poder dar el salto y hacerse dueño de una carrera que siempre tuvo en sus ‘leyendas’ el mejor ejemplo.
El Texano, como jefe de filas del US Postal, se preparo a conciencia, y sin ser favorito en las apuestas, arraso por tierras Francesas, imponiéndose en Les champes Elyses de Paris. Sin lugar a dudas, Lance Armstrong, se había curado. Su sueño de llegar a lo más alto se había cumplido. Tras el martirio de su enfermedad había conseguido vencerla mediante esfuerzo y sacrificio. Y ahora hacia lo mismo con el Tour. Para quitarse el sombrero. Finalmente, el joven osado y futura promesa, se había convertido en el rival a batir, en la estela que había que seguir. Su victoria fue de lo mas sonada, y se convirtió en menos de un mes en el perfecto ejemplo de superación y esfuerzo. Una lección de cómo afrontar la vida.
Este enorme salto en su renovada carrera profesional le convirtió en una especie de ídolo en Estados Unidos.
Y en Europa empezó a crearse un tipo de aureola mágica alrededor de el.
Al año siguiente se volvió a repetir la historia, y al siguiente…En 2003 Lance Armstrong se preparo el Tour de Francia para igualar la, hasta entonces, inalcanzable marca de Miguel ‘InduRey’.Cinco Tours consecutivos. Anteriormente al Navarro solo Jaques Anquetil, Eddie Merckx y Bernard Hinault, habían conseguido llegar a ese numero de victorias, pero nunca consecutivamente. Al conseguirlo Indurain la marca quedo ahí, como un hito. Algo que difícilmente lograría alguien intentar igualar en mucho tiempo. Nadie se imaginaba que en pocos años, aquel Americano que era brutalmente adelantado por Miguel en una contrareloj del Tour una década atrás, se encontraría en la antesala de imitar al gigante Español.
Lance consiguió igualar la marca, y sentirse con fuerzas y motivación para realizar un sexto asalto al año siguiente. Lo consiguió igualmente.
Cuando en 2005 anuncio que se proponía alcanzar su séptimo Tour consecutivo ya nadie dudaba de que pudiera hacerlo. Indurain había sido destronado.
Durante siete años, el de Austin, ejerció su propia dictadura en el Tour. Desde 1999 hasta 2005,el y su director, Johan Bruynel, consiguieron aglutinar a un elenco de ciclistas, que en forma de equipo, servían de trampolín perfecto para que el norteamericano rindiera al cien por cien en todo momento. Roberto Heras, Ekimov, Hincapie, Leiphemer, entre otros, servían de gregarios perfectos, trabajando para desgastar a los ciclistas rivales de Armstrong, y que este lanzara el ataque definitivo llegado el momento.
Siete Tours de Francia eran muchos. Y además consecutivos. Lance se había convertido por meritos propios en el mejor ci
clista de la historia, sin rivales que le hicieran temblar. En cada una de sus victorias, a lo largo de esos siete años, se mostró firme y seguro, enérgico y preciso. Cuando sus rivales parecían ponerle contra las cuerdas la ‘Bestia’ despertaba y solo hacia hundir mas a sus contrincantes, como enfurecida.
El ciclismo de Armstrong se baso en aquellos años en la ley del más fuerte. Mi
entras que otros líderes del Tour de Francia se mostraban benevolentes con sus rivales, dejándoles la victoria de etapa, mientras ellos conservaran el Maillot amarillo, Armstrong mordía, engullía. El era el líder, el más fuerte de todos. Y había que demostrarlo cada vez que se pudiera. Cuando alguien lanzaba un ataque ahí estaba Lance para dar un puñetazo en la mesa y dejar claro quien mandaba. Fue un ‘Tirano’ en la practica. El mejor ciclista de todos los tiempos. Y sus propios rivales así lo atestiguan. Ulrich,Pantani,Zulle,no eran unos ‘Don nadie’.
Aquí dejo a modo de documento visual algunos enlaces que os conduciran a algunas de las exhibiciones de Lance en el Tour. Una de ellas es la subida al Alpe D’Huez mas brutal que se haya hecho nunca. Solo con ver las cuestas en los planos aereos ya da miedo. En otro enlace podremos ver como el Americano tras sufrir una caida, estar a punto de volver a caer de nuevo y tener unos problemas con las calas de los pedales, se impone de nuevo dando una leccion de fuerza.